"En un país muy lejano, al oriente del gran desierto vivía un viejo Sultán, dueño de una inmensa fortuna. Era un hombre muy temperamental y pasional, además de supersticioso. Una noche soñó que había perdido todos los dientes. Inmediatamente después de despertar, mandó llamar a uno de los sabios de su corte para pedirle urgentemente que interpretase su sueño.
El sabio con pausa explicó el sueño - Cada diente caído representa la pérdida de un pariente de Vuestra Majestad.
¡Qué insolencia! - gritó el Sultán enfurecido - ¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡Fuera de aquí! Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien latigazos, por ser un pájaro de mal agüero.
Ordenó buscar a otro Sabio. Este, después de escuchar al Sultán con atención, le dijo:
- ¡Excelso Señor! Gran felicidad os ha sido reservada. El sueño significa que vuestra merced tendrá una larga vida y sobrevivirá a todos sus parientes.
Se iluminó el semblante del Sultán con una gran sonrisa y ordenó que le dieran cien monedas de oro."
Saber responder en una entrevista, enfocar de forma correcta las respuestas y sobre todo entender la verdadera necesidad del empresario (escucha activa), es una mezcla de éxito...
Muchas veces necesitamos reenfocar el discurso (edad, experiencia, sector, funciones, formación) para hacer más empleable nuestra candidatura.
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