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Foto del escritorHector Labarta Brustenga

El síndrome del espacio en Blanco.

Durante muchas generaciones el color blanco ha tenido un significado muy ligado a la evolución de la humanidad. El blanco es el primero de todos los colores y representa la libertad, la paz, la purificación, un nuevo comienzo. Blanca es la luz, y las sensaciones del blanco remiten a la pureza, animan el orden, la claridad mental. (Gianluca Francia - Psicología on-line).


No obstante, también se ha relacionado con sensaciones que atormentaban a los individuos, para el escritor, por ejemplo, el síndrome de la hoja en blanco se refiere un malestar significativo (ansiedad) en relación al proceso de creación escrita. Dicho de otra manera, es sentirse sin ideas o bloqueado ante un documento en blanco que tiene que ser rellenado con un texto producido por uno mismo. Así como el "horror vacui" o miedo a los espacios vacíos; en el arte, por ejemplo, las iglesias barrocas, las casas victorianas, la decoración islámica… es donde mejor se aprecia.

Dicho temor al Horror Vacui, o miedo a los espacios vacíos, se ha visto modificado por entornos minimalistas a principios del s.XX. Se premia ese espacio que nos permite respirar, potenciando las grandes salas y espacios despoblados de decoración y objetos, gracias a muchas filosofías (sistema Hanasaki) que apostaban por ese estilo o movimientos sociales y gurús (Marie kondo, Francine Jay, Lucía Terol o Fumio Sasaki).


Lamentablemente esta tendencia ha quedado completamente olvidada a la hora de hablar de nosotros y expresar quiénes somos en esa horrible acción de autoconocimiento al que llamamos Currículum vitae. En esos momentos volvemos al Horror Vacui o al síndrome de la hoja en blanco


Desde Kaizen Talent venimos a hablaros de un Síndrome que se ha enquistado muchas veces entre la población de más de 45 años, y que provoca una división, salvable, entre muchos candidatos y seleccionadores.

Hablamos del Síndrome del Espacio Blanco.

Definimos este síndrome como

la necesidad de rellenar cualquier espacio vacío a la hora de redactar un CV para demostrar, de cara al consultor, nuestro gran valor de mercado, así como nuestro valor personal. Que no hemos parado de trabajar ni 1 sólo día y que hemos realizado muchísimas funciones en los diferentes puestos que hemos ocupado. Este modelo de Currículo sin espacios (también llamado modelo tradicional, de bloque o denso), al que le parece asustar el permitir que el consultor aparte la mirada, se enfrenta a una realidad de mercado, que muchas veces condena a grandes talentos a no saber encontrar un proyecto, que le permita seguir aportando su expertise en el mercado laboral.

Problemas del Síndrome del Espacio Blanco:

  1. Se enfoca más en "qué he hecho yo" y menos en "qué puedo hacer por ti".

  2. No busca el impacto visual, la proximidad, se muestran como CV's distantes, y muy alejados de lo que busca el consultor en este tipo de CV (según estudios, el promedio de edad de los consultores es de 27 años. El CV debe hablar también el idioma de los consultores (rápido, visual, cómodo, directo, minimalista, con la información justa)

  3. Se olvida del principio de "menos es más". A los consultores les interesa tus últimos 8-10 años de experiencia. Documentos excesivamente largos crean una sensación de rechazo y saturación.

  4. El miedo a crear un diseño moderno, visual y con espacios nos puede hacer creer que somos menos profesionales, y precisamente es, al contrario, el CV tradicional en bloque y sin espacios el que nos hace parecer menos actuales, menos modernos y por lo tanto menos empleables de cara a los consultores.

  5. El CV tradicional y sin espacios, en la que incluimos toda nuestra formación (experiencias, educación, cursillos, colaboraciones, proyectos, etc.,) desde el primer empleo hasta el último, puede perjudicar también al candidato, ya que muchas veces puede despertar una sensación edadista para la posición al ver más de 30 años de experiencias y formaciones por parte del consultor (que como comentábamos tiene de promedio 27 años), y además perjudica muchas veces al candidato a la hora de definir su marca personal, ya que puede haber tenido muchos cambios de posición y sectores (lo que no permite focalizarse en una posición y un desarrollo).


Como conclusión, desde Kaizen Talent, queremos animar a la gente a que pierda ese miedo a dejar espacios, a permitir que su Currículo respire, que sea creativo, que le defina, que exprese el cómo es y que hable el idioma del consultor.


Piensa como un hombre sabio, pero comunícate en el lenguaje de la gente. -William Butler Yeats. (Premio Nobel de Literatura 1923)

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